En un pequeño apartamento de las afueras de Madrid, una gran transformación ha capturado la atención de amantes del bricolaje y del diseño de interiores. María López, una joven diseñadora gráfica, decidió enfrentarse al reto de renovar su oscura y anticuada cocina sin recurrir a costosas obras, utilizando tan solo un presupuesto de 700 euros.
La cocina, ubicada en un edificio de la década de los setenta, mantenía una decoración pasada de moda y una distribución poco funcional que dificultaba las tareas diarias. Sin embargo, armada con una gran dosis de creatividad y entusiasmo, María logró transformar el espacio de una manera eficaz y económica.
El primer paso en su plan de renovación fue pintar las viejas alacenas de un tono blanco brillante, lo que ayudó a iluminar el espacio y a darle un aire más moderno y fresco. Para dar un toque elegante, cambió los pomos amarillentos por tiradores de acero inoxidable que adquirió en una ferretería local. Uno de los elementos más llamativos fue la instalación de un vinilo adhesivo sobre las antiguas baldosas del suelo. Este material, disponible en una amplia gama de diseños y colores, le permitió crear un efecto de mosaico que añadió personalidad y vida a la cocina, sin necesidad de levantar el pavimento original.
El siguiente paso consistió en actualizar la encimera. María optó por un revestimiento autoadhesivo que imita la textura del mármol, lo que aportó al espacio un toque de sofisticación sin e...