Como cada año al llegar estas fechas, el ambiente se torna de fiesta y la atmosfera se impregna con ese aroma tan tradicional de incienso. Son muchas las ciudades españolas que se visten de gala para celebrar la Semana Santa, aunque no tantas lo hacen de un modo tan especial como sucede en Andalucía y más concretamente en Sevilla, declarada de Interés Turístico Internacional desde 1980.
Sin duda una de las preocupaciones de cada Semana Santa no es otra que el tiempo. Lo más temido, la dichosa lluvia que puede tirar por tierra la ilusión y el trabajo de varios meses impidiendo la salida de los pasos en las procesiones. En las cofradías son conscientes de las reliquias de incalculable valor que manejan y por ello hay que evitar el mínimo riesgo para ellas. Cuando la lluvia hace acto de presencia, la pesadumbre se apodera de las hermandades y no queda otra que claudicar, pero en ocasiones es peor aún el desasosiego y los nervios que provoca un pronóstico incierto o unas lluvias intermitentes. El hecho de esperar hasta el último momento para tomar la decisión de salir en procesión o dejar todo para el siguiente año produce los mayores momentos de tensión entre sus fieles.
Este año todo ha comenzado con buen pie y las altas temperaturas han sido la tónica en la capital hispalense, de momento. Las primeras hermandades ya han salido de procesión bajo un sol que todos desean permanezca hasta la próxima semana, aunque las previsiones no sean tan optimistas. MiÃ...