No es cuestión de desvelar los secretos de una película que está todavía en las carteleras de los cines de medio mundo, pero creo que no hace daño comentar algunos detalles de Fast & Furious 8 y que llaman la atención por sus herramientas principales: los coches veloces y lujosos. A medida que esta saga ha ido avanzando con los años, se ha convertido en el escaparate para últimos modelos de lujo, que luego han pasado a los videjuegos, juguetes para los peques y, cómo no, a los garajes de ricos y famosos, pues algunos de ellos superan el millón de euros. Por supuesto, tampoco faltan clásicos estadounidenses, como un Corvette del año 1966 de lo más espectacular y que suele superar los seis dígitos en las subastas. Se calcula que la productora ha gastado más de 17 millones de dólares solamente en la adquisición de los vehículos.
 
Para esta octava entrega no se han conformado con los actores de siempre, sino que han aparecido protagonistas de las anteriores Fast & Furious, más dos nuevos de gran talla: Charlize Theron y Kurt Russell. Otro más joven que los anteriores pero que apunta a estrella, como su padre, es Scott Eastwood, que también se ha ?apuntado? a la saga. Vin Diesel, Jason Statham y Dwayne Johnson ofrecen acción a raudales, sea a manos de los volantes en coches rápidos o fuertes, o en sus emocionantes escenas de pelea. Michelle Rodríguez, Tyrese Gibson, Ludacris y Nathalie Enmanuelle completan el equipo perfecto, con u...