Uno de los relojes que más admiración causó entre los presentes, en la última edición del Salón de la Alta Relojería de Ginebra (SIHH), fue sin duda el Rotonde de Cartier Astromystérieux: el reloj cuyas manecillas flotan. Una pieza de estilo clásico, con un maravilloso tourbillon, que nos hace recordar a los relojes de principios del siglo pasado.
En este exclusivo modelo podemos contemplar nítidamente tres discos de zafiro totalmente transparentes, que realizan una rotación completa cada 60 minutos. Aunque hablamos de tourbillon, en realidad se trata de un movimiento único, que incluye el tren de engranaje, el escape y el barrilete, que está unido a las manecillas de los minutos.
El mecanismo del Rotonde de Cartier Astromystérieux es realmente complejo e incluye nada menos que 188 diminutas bolitas de rodamiento. La caja fabricada en paladio 950, tiene un diámetro de 43.5 mm. El ajuste horario podemos realizarlo a través de la corona. Para dotarle de la suficiente resistencia y fiabilidad, Cartier le ha proporcionado una protección especial contra toda clase de golpes. Además integra una especie de bobina limitadora, para prevenir que el movimiento se vea afectado por cualquier sobrecarga.

El movimiento patentado por la firma francesa, es el nuevo calibre 9462 MC. Está formado por 40 componentes, que están alojados en una caja de 39 mm de ancho x 5,9 mm de grosor. El volante regulador funciona a 21.600 alternancias por hora y tiene una reserva de marc...