Cuando debutó oficialmente en los Estados Unidos, el Ferrari LaFerrari fue marcado con el precio de poco más de $1,2 millones (?1,1 millones), básicamente asegurandose de que el coche fuera un lujo asequible solo para los más ricos entusiastas a los super coches y un rentable artículo de colección.
Una vez fuera de las líneas de ensamblajes, el bestial LaFerrari fue promocionado ampliamente, en las mismas palabras de su fabricante, como el proyecto más ambicioso de Ferrari hasta la fecha, con solo 500 fabricados. Garantizando a cada uno de sus propietarios un lugar en un ultra exclusivo club, con una tarifa de membresía bastante alta. Esta exclusividad estableció una enorme demanda inicial, que justifica su alto precio de re-venta. La demanda de los LaFerraris continuó subiendo exponencialmente por cuatro años desde su aparición, y los precios se han disparado a tarifas extremas, con precios que empequeñecen a los de otros superdeportivos como el McLaren P1 y el Porsche 918 Spyder.
Como resultado, muchos propietarios del ultra exclusivo LaFerrari están buscando ahora responder a esta demanda, aumentando el precio del súper coche. El año pasado, un LaFerrari negro se vendió por la suma de $4,7 millones (4,4 millones de euros) y el ejemplar final — el número 500 — se vendió por mucho, mucho más… por la increíble cifra de $7 millones (6,5 millones de euros).
El valor del LaFerrari ha seguido disparandose y cualquier propietario que busca...