Mónica Ortiz Álvarez, de 26 años y oriunda de San Bartolo Coyotepec en Oaxaca, se ha convertido en un referente de ciencia y pasión por el espacio en México, siendo la primera astronauta análoga del estado. Desde pequeña, su abuelo le contaba historias sobre las estrellas, lo que despertó en ella un amor profundo por la astronomía y la astrofísica. Mónica recuerda con cariño cómo sus padres, médicos de profesión, también fomentaron su interés en la ciencia a través de libros y conversaciones sobre fisiología espacial y la adaptación del cuerpo humano en condiciones de microgravedad.
Su camino académico ha sido diverso; comenzó con una licenciatura en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, pero pronto se dio cuenta de que su verdadera pasión residía en las ciencias naturales. Esta búsqueda la llevó a la Universidad de Edimburgo, donde se graduó en Astrobiología. Durante su infancia, la educación se convirtió en su refugio ante el acoso escolar, una experiencia que ha moldeado aún más su deseo de compartir conocimiento. Mónica no solo ha destacado por su formación académica, sino que ha saltado rápidamente a posiciones de liderazgo. Actualmente, es pionera en leyes espaciales, educadora en el Space Center Houston de la NASA y embajadora de la Estación Espacial Internacional. Su trabajo está inspirado en figuras femeninas influyentes en el sector, como la astronauta Barbara Morgan y la doctora Jea...