Antes, la vivienda en el corazón del vecindario carecía de personalidad. La estructura, de formas y colores desfasados, parecía una cápsula del tiempo de décadas pasadas. El ambiente frío y monótono que impregnaba cada rincón del hogar hacía que los visitantes pasaran rápidamente. No era un espacio en el que alguien quisiera quedarse por mucho tiempo.
Sin embargo, esto cambió drásticamente cuando los nuevos propietarios decidieron dar un giro completo a la estética del lugar. Inspirados por el diseño nórdico, buscaron crear un ambiente cálido y acogedor usando materiales naturales, con la madera como protagonista principal del proyecto.
El renovado hogar ahora luce paredes revestidas de maderas claras, con tonos que oscilan entre el beige suave y el gris claro. Las ventanas grandes fueron instaladas estratégicamente para permitir la entrada de luz natural, generando una luminosidad que resalta aún más el color cálido de la madera. Junto con un mobiliario minimalista y funcional, los espacios se ven amplios, bien integrados y armónicamente distribuidos. Los fríos pasillos y vacías salas del pasado han sido reemplazados por áreas llenas de vida y confort. La cocina, que antes recordaba a una clínica estéril, se ha transformado en un espacio de encuentro familiar, con encimeras de madera maciza y estanterías abiertas que exhiben utensilios y plantas decorativas. La sala de estar invita a la relajación, con sofás de tejidos suaves y cojines que comp...